lunes, noviembre 24, 2008

Las cicatrices de los clavos*



Esta es la historia de un muchachito que tenia muy mal caracter. Su padre le dio una bolsa de clavos y le dijo que cada vez que perdiera la paciencia, deberia clavar uno detras de la puerta.


El primer dia, el muchachito clavo 37 clavos. Durante los dias que siguieron, a medida que aprendia a controlar su temperamento, clavaba cada vez menos. Descubrio que era mas facil dominarse que clavar clavos detras de la puerta.


Llego el dia en que pudo controlar su caracter durante todo el dia, Su padre le sugirio que retirara un clavo por cada dia que lograra dominarse.


Los dias pasaron, y pudo anunciar a su padre que no quedaban clavvos por retirar. El hombre lo tomo de la mano. Lo llevo hasta la puerta y le dijo:


"Hasta trabajando duro, hijo mio, pero mira esos hoyos en la madera: nunca mas sera la misma. Cada vez que pierdes la paciencia, dejas cicatrices como las que aqui ves. Puedes insultar a alguien y retirar lo dicho, pero la cicatriz perdurara para siempre?".



Pd: como siempre... "la culpa es de la vaca" espero les guste!!!

Veronika

5 comentarios:

Andrés dijo...

Excelente escrito, justamente ayer tuve un problema referido a mi caracter y me viene muy bien una buena historia con moraleja para aprender un poco.

Saludos!

PD: Gracias por pasarte por mi blog.

SǾRP®ÉŊDË»-☻ dijo...

ayss cuanta razon tienes pero es tan dificil controlarse en algunos momentos creo k debere de empezar a clavar clavos yo tambien pero creo k necesitare una puerta grande mu grandeeeee jijiji mill besoss reina

VeRoNiKa ♫ VeCa ♪ LiFe dijo...

Angus: todos hemos aprendido de esta fabula, este libro es excelente. y gracias por comentar. :)

Sapito: coontrolarse es tener o aprender a tener tolerancia con los demas y con uno mismo. para no lastimar a nadie.

Un besito

Veronika

Unknown dijo...

Preciosa fábula, absolutamente enriquecedora, con una moraleja fantástica.

Un besazo!

Fernando Nerú dijo...

Vuelvo a reiterar mis congratulaciones hacia tu persona por tan magnifico blog.

Las disculpas llegan y se van, el tiempo pasa con ellas, pero las heridas y el recuerdo nunca se han de marchar...

Un abrazo con mucho amor.